LA PELOTA NO SE MANCHA, LA GUINDA SÍ

⁃   Yo no soy racista... si hasta tengo un amigo judio! 
⁃   No te digo negro de piel... es que es un negro de alma! 
⁃   No tengo problemas con los gay, mientras no se metan conmigo todo bien.
⁃   Mirá, conozco mujeres más machistas que cualquier tipo! 
⁃   Chupa pija.
⁃   Hijo de puta.
⁃   Mal cogida.
⁃   Le vamo a romper el orto le vamo! 

Hasta hace días o meses, como máximo un par de años, esas frases se colaban en nuestras conversaciones más comunes y pasaban de largo como la baba del otro en un mate compartido, sin siquiera ser conscientes de su presencia o significado, latente y manifiesto.

No es mi plan defender a unos rugbiers clasistas y xenófobos… aunque también tengo amigos que jugaron al rugby. ¡¡Hasta tengo alguno que también fue boyscout!! Es má, conozco muchos (y muchxs ) que en la cancha o adelante del televisor son capaces de decir salvajadas peores, ¡y al volante ni te cuento! Y me sumo.

No quiero confundir inocencia con impunidad, lo de los Pumas (hoy ya queriendo parecer lindos gatitos) es detestable lo mire como se lo mire, lo lea desde donde se lo lea. Pero da cierta sospecha que los tweets más bizarros, escritos hace más de 8 años (¿es que nadie los recordaba cuando le estaban ganado a los All Blacks?) hayan aparecido justo después de su tibio (¡y tan pacato que duele!) NO homenaje al 10.

Es que hay una magia incomparable en el relato romántico y necesario para el sistema basado en la meritocracia (aún para quienes reniegan de ella) que ellos no supieron leer ni aprovechar.

Hay un no sé qué tan nuestro en ese salir de Villa Fiorito y convertirte en el Amo del Mundo (un lugar al que nadie llegará si nació en Recoleta, a menos que lo herede, claro) que no se mancha.

El pecado más grave no fue escribir lo que ya sabíamos que pensaban, el pecado fue ningunear a alguien que hizo historia y que, creemos, nos representa en toda nuestra argentinidad, con su inigualable brillo y sus excesos, con su honestidad brutal y su arrogante miedo.

El pecado fue llegar alto pero no lo suficiente, el pecado es tenerlo todo y hacer poco. En definitiva, parecería que su pecado es representarnos casi tanto como su contracara, el Diego.

El día en que aceptemos que somos tan Materas como Maradonas, que reconozcamos que podemos llenar la Plaza de Mayo para avalar a los militares que tomaron las Malvinas y pocos años después juzgarlos por crímenes de lesa humanidad y condenarlos, el día en que reconozcamos todas esas partes en este “nosotros” que aún es un boceto, tal vez nos permitamos ser otra cosa más que solo lo que nos gusta, o al menos lo que no nos avergüenza.
Solo le pido a D10s que sea un pueblo más humilde, más unido, más feliz, menos dramático.

El que esté libre de Twitter que tire la primera piedra, el resto revisemos el archivo antes de hablar.

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