POETAS EN SU VOZ: LEANDRO CALLE

En esta segunda entrega presentamos al poeta Leandro Calle, que recientemente acaba de editar la antología poética Algo que arde (1999-2020), de la mano de la Editorial de la Universidad Nacional de Córdoba.

El hijo

Soñé que iba al diccionario
y buscaba la palabra aborrecer.
Soñé que la palabra horror
algo tenía que ver con
“poner los pelos de punta”.
Soñé que mi hijo
en el sueño
se portaba mal
y yo le tiraba del pelo
y mientras tiraba
el pelo salía y salía
y no dejaba de salir
como una madeja interminable
y mi hijo en el sueño me decía:
¿Qué es lo que vas a tejer
con tanto odio?
 
(Elijo, Alción editora, 2017)

El ahogado

La violencia del agua llegó a la isla
para llevarlo todo
hasta el último suspiro
y así también
se llevó la vida de aquel chico.
Entonces
miramos el agua marrón de la inundación
y supimos que en su estómago de barro
había un cuerpo.
Pero dónde, dónde buscar en esa masa de agua.
Una mujer trajo un pan
dijo que había que tirarlo al agua
que allí donde flotara
estaría el cuerpo.
Alguien arrojó el pan al agua
primero se hundió
desapareció
y luego salió a flote.
Entonces algunos se lanzaron al agua
y comenzaron a buscar.
Toqué algo, dijo uno de los hombres.
Se sumergieron varias veces.
Hay mucha corriente, dijo otro.
Apareció una soga
y otra vez se sumergieron.
El chico estaba hinchado
y el agua de la orilla
le besaba las uñas
como diciendo no me olvides
como diciendo, gracias por el pan.

(Elijo, Alción editora, 2017)
¿Te acordás?
Dibujábamos con limón en el papel
y teníamos un lenguaje secreto.
Con un palito afilado
sopábamos en el jugo de limón
y rayábamos las hojas
del cuaderno Rivadavia.
Nos mandábamos mensajes
que al calor de la vela encendida
nos revelaban letras de un color ambarino.
Era un lenguaje secreto
nuestro lenguaje.
Una vez puse el papel frente a la llama
y decía “te quiero”.
Nunca más dibujamos con limón
en las hojas del cuaderno Rivadavia.
 
(Noche extranjera, Ediciones del copista, 2007)
1 comentario
  1. Franco Falco dice

    Increíble! Felicitaciones al autor. El segundo me puso los pelos de punta.

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