INOPORTUNO SIEMPRE
La antropóloga Rita Segato era una de las referentes más citadas dentro del feminismo latinoamericano, hasta que hace justo un año tuvo la mala idea de expresar un concepto negativo sobre Evo Morales, al poco tiempo de que el entonces presidente boliviano fuera desalojado del poder mediante artimañas como las que se emplean en los golpes de estado a la nueva usanza. Tras la difusión de ese audio con su análisis de la situación, Segato cayó en un descrédito inaudito, como si la falta de sentido de la oportunidad que se le achacaba diera también por tierra con todos sus aportes previos.
Se la acusó de ser una especie de rata de biblioteca que no estaba en contacto con la realidad, cuando por el contrario gran parte de sus elaboraciones teóricas tienen que ver con investigaciones de campo que realizó en cárceles a las que muchos de sus críticos no se atreverían a asomarse. Y se le endilgó una incoherencia que no es tal, porque lo que dijo (y que tanto escándalo suscitó) no puede estar más apegado a lo que tantas veces ha puesto por escrito, con respecto a la necesidad de ubicar a la lucha feminista por encima de todas las otras, en vez de resignarse a callar ciertas cosas para “no hacerle el juego a la derecha”.
A doce meses de aquella lapidación pública que padeció Rita Segato, el MAS ha vuelto a gobernar en Bolivia y ha demostrado que lo que seduce a las mayorías en ese país es su propuesta y no la adoración por un líder. Y en su edición del 22/11, el diario Perfil publica una entrevista a Segato, donde ella no se mueve un centímetro de lo que ha sido su posición histórica: “El patriarcado funda todas las otras formas de la desigualdad”. Aunque, por supuesto, para entender mejor su línea de pensamiento haya que remitirse a sus libros y no a la desgrabación de sus charlas o a los videos de conferencias subidos a YouTube.
La lectura de esas obras permite, por ejemplo, comprender por qué hay quienes ahora consideran “inoportuno” el envío para su debate en el Congreso de un proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo por parte del Poder Ejecutivo. Y a qué intereses responden los dirigentes que se oponen a la iniciativa (y también quienes la respaldan a regañadientes), cuando repiten la excusa de que “no es el momento” de discutir sobre el aborto en plena pandemia. De los escritos de Rita Segato surge que siempre hay un motivo para postergar cualquier cuestionamiento a los mandatos patriarcales. Y este caso no podía ser la excepción.
Una cita textual o un link a una nota periodística, como posteo en redes sociales, puede ser un disparador del interés de alguien que, a partir de ese gancho, profundiza y amplifica su información sobre determinada temática. Pero contentarse con ese pantallazo virtual y pensar que con eso basta para formarse una opinión, es el cimiento sobre el que se construyen las fake news y se fomenta el odio serial. Cabe pensar que aquel perfil de Evo Morales que trazó Rita Segato en noviembre de 2019 pudo haber disgustado a un gran número de personas. Sin embargo, eso de ninguna manera invalida sus décadas de trabajo, plasmadas en textos que merecen ser repasados en este presente más que nunca.