BRÖNTE

Esa niña que supe ser empezó a gritarle a tu indiferencia.
Y no, no escuchaste, claro.
¿Qué me falta?
Convertirme en sapo, trepar hasta el cielo y bajarte una nube,
caminar con tres pies, rascarme el codo con la nariz, mirarte con la nuca,
ya no sé, y mirá que intenté.
Estás ahí sentado leyendo el diario, tomando el café
y siendo tan cobarde como siempre, me queda mirarte, y en ese lapso entre el café
y la nota del Domingo te diría tantas cosas,
te gritaría con los ojos, te patearía con los tres pies,
te tiraría la nube que tanto me costó bajarte del cielo
mientras te miro con la nuca y me rasco el codo con la nariz.
Porque puedo.
Puedo ser enorme, una superhéroe, maravillosa, indomable, enorme, imponente,
puedo trepar al cielo, incendiarme, superarme, alzar la voz.
Puedo todo si no es con vos.
Hasta que te me ponés al frente y me convierto en esa niña que supe ser,
y le lloro a tu indiferencia, y me vuelvo invisible, frágil, diminuta.
Y hasta puedo odiar ¿sabes?
Y le grito a la nube que te bajé del cielo, llorando le grito,
sin que escuches ni vos, ni tu café, ni el diario del Domingo…

Interpretación de Jorge Chacho Marzetti en "El vagabundo de las estrellas", por Radio Nacional.
1 comentario
  1. Vane dice

    Profundo…impecable…sentido plenamente .

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