2021: NO DES/ESPERANZAS

EDITORIAL

Veo carpas del ejército vacunando a colas de asustados ciudadanos. Veo hospitales colapsados con camillas en los pasillos. Veo gendarmes defendiendo camiones refrigerados. Veo dueños de bares y restaurantes que ya no pueden resistir el último golpe de toque de queda “sanitario”, luchando en la misma barricada que los recolectores de restos de comida que dejaban cuando funcionaban, veo adolescentes bailando llenos de éxtasis como pasaje a la inmortalidad pasajera. Veo adultos mayores de remeras polo celeste en camionetas a tono abandonando barbijos en la guantera para escupir gotas de libertad enfermiza. Veo el calor de un verano infernal de diarreas, vómitos y fiebres que no son el virus correcto pero asustan como tal. Veo dudas de a quién hablar o con quién juntarse como si fuera coger sin forro en los 90.

Veo revueltas, saqueos de los de arriba, desesperanza y sexo de fin de mundo en los de abajo. Veo gobiernos agotados y despistados para encontrar el camino. Veo puertas cerradas, rutas cortadas, gente abandonada, colas interminables en todo, en cajeros, en verdulerías, en carpas montadas en plazas, en ingresos a fiestas montadas en playas. Veo miedos disfrazados de audacia, veo pánico convertido en amenazas, veo cálculos de metros cuadrados, de proyecciones geométricas del poder asesino de una cerveza, y no por el alcohol.

Veo que vemos al otro como eso, el otro no es parte del mundo al que pertenecemos.

Veo cada vez más pantallas y menos personas. Veo encuentros fugaces escalonados en el tiempo de la distancia temporal/social.

Veo al vecino del ascensor como un vector de contagio. Me veo a mi mismo como un musulmán cargando un chaleco con explosivos en un centro comercial el día previo a Navidad. Veo a mi madre sufrir no por ella sino porque alguno de sus hijos se enferme y la deje renga de corazón.

Veo las gotas de saliva que salen la de boca de los protagonistas de series danesas en HD, cuando antes solo veía sus pecas.

Veo muchos meses de más necesidad de resiliencia, de soportar frustraciones, de construir nuevos mecanismos… veo que esto no está acabando, recién comienza.

Y veo en el fin, cuando llegue, el inicio de algo nuevo. Es allí cuando me despierto.

Dejá una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.