Créannos, alguna vez la música se disfrutó en la modalidad presencial. Íbamos a conciertos, milongas, recitales. Aplaudíamos, gritábamos, bailábamos, pogueábamos.
Desde el Hombre de Vitruvio hasta los clásicos del renacimiento han encontrado en la figura humana y la desnudez los caminos para alcanzar paradigmas estéticos liberadores.