LA AUSENCIA, EL VACÍO, EUPHORIA
La joven actriz Zendaya interpreta a “Rue”, una adolescente adicta que se expone a la muerte literal o simbólica en cada capítulo de la exitosa serie Euphoria. La tira de HBO es mucho más que una producción destinada a adolescentes. En las historias de los personajes encontramos muchos factores psicológicos comunes.
La saga impacta al mostrar personas “rotas”, sujetos despedazados en busca de un algo que les dé sentido a sus vidas. La protagonista quien ingiere medicamentos desde los primeros años de vida, cae en el consumo problemático de sustancias tras la muerte de su padre. Un duelo evadido e irresoluto aparenta ser el derrotero de “Rue”, quien baila con la muerte durante la mayor parte de los episodios. Por otro lado conforman la trama dos hermanas, Lexy (amiga de Rue) y Cassie que, tras el abandono de su padre, parecen quedar a la deriva. Ofician de adultas en una casa donde una madre yace en el sillón alcoholizada a toda hora (cómo les gusta este tipo de personajes a los realizadores estadounidenses!). Cassie, hermana mayor de esta familia, interpretada por la actriz Sydney Sweeney, se va rompiendo de a poco. La rubia bonita, hegemónica, empieza a agrietarse a partir del cruce con Nate Jacobs, novio de su mejor amiga. La personalidad de este último es una caricatura bien hecha del psicópata que encontramos en cualquier libro de trastornos de la personalidad. Daña todo lo que encuentra a su paso sin en el menor remordimiento. Una bomba explosiva para Cassie que junta de a poco pedacitos de autoestima como quien recoge los vidrios de una copa rota en el suelo.
No menos inquietante es la historia de Nate, cuyo padre es un pedófilo que monta una escenografía (literal y metafórica) de familia modelo para las vistas de la ciudad en la que sucede la historia.
La primera temporada de Euphoria recae fuertemente en Jules, rol interpretado por la modelo, actriz y activista LGBTQ+, Hunter Schafer quien entabla un vínculo sexo-afectivo con Rue. Jules no tiene una historia más feliz que otros personajes, pero sí parece ser quien tiene ciertas situaciones traumáticas resueltas. Otros personajes secundarios acompañan esto sórdido escenario: Fez y su pequeño hermano son los dealers del lugar. Dos jóvenes solos que conviven con una anciana en estado vegetativo y se enfrentan con las mafias propias de la venta ilegal de estupefacientes.
Hicimos hasta acá un breve recuento de situaciones y personajes, como un árbol “piscogenealógico” de Euphoria. Volvemos al principio y nos preguntamos ¿Qué tienen en común los personajes? Un profundo vacío. Ausencia de simbolización. Falta de expresión y catarsis. Las figuras de esta trama no piensan ni elaboran. Simplemente hacen, pasan al acto. No hay elaboraciones, ni duelos, ni simbolizaciones. Enlaces fallidos, relaciones objetales perturbadas desde la infancia. No hay figuras adultas significativas. Murieron. Estan sin estar, o las que están no importan. Desde Rue hasta Nate, pasando por cada personaje de esta serie, van al límite por la intolerancia psíquica ante experiencias de pérdida. Lejos, muy lejos de esta historia está la sensación de gran felicidad o bienestar, es decir, la euforia.
*Lic. en Psicología. PgDip. Psicología Cognitiva-Conductual. Esp. en Adolescencia.
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