EL LABERINTO DE QUINTA SANTA ANA
“Hasta el lugar más simple se convierte en un laberinto si no contamos con el correspondiente mapa que es en términos de la comprensión un compendio de códigos de orientación que siguen una lógica reconocible para cualquier persona”. Con estas palabras, el escritor y urbanista de origen vasco Martxel Arrechea intentaba explicar en el capítulo IV del tomo XVI de las Leyendas Infames de Córdoba ciertos lineamiento de los principios de urbanización moderna.
Sostenía que “ningún laberinto ni el más intrincado tiene factibilidad en el mundo real ya que a diferencia de las figuras imposibles de Escher no plantean una paradoja del espacio sino una simple complejidad de tránsito que se resuelve siguiendo un número finito de lógicas o intentos”.
Y abunda en su explicación agregando que “un laberinto no puede ser por sí mismo y existe en la voluntad de quien decide desandarlo de acuerdo a una direccionalidad origen guión destino porque si la persona decide permanecer estática en el punto de partida no concibe la idea de laberinto”.
Es importante advertir que Arrechea escribe sin signos de puntuación. Consideraba al texto como un laberinto en sí mismo y a la puntación, el mapa para interpretar su lógica. “Así cualquiera encuentra la salida”, ironizaba con suficiencia. “Lo divertido y desafiante es llegar a destino sin mapas sin códigos y sin hitos de orientación”.
El amor es inexplicable un acertijo un laberinto perverso y amañado que nos confunde a cada paso en cada esquina en cada encrucijada en cada bifurcación y al mismo tiempo tan poderoso que puede torcer el acero y el cemento con la misma fuerza que tuerce el curso de la historia pensaba María mientras intentaba parar un taxi detiene uno y ella sube la conductora es una mujer a dónde le pregunta la taxista Espora y Caseros precisa María la taxista emprende la marcha luego de unos minutos la mira por el espejo y no puede dejar de advertir la mirada ausente de su pasajera llegando no huyendo responde María de la policía no de un hombre la golpeaba no me engañaba mmmm eso no está contemplado en el código penal aunque debería estarlo a usted también la engañaron sí a todas nos han engañado María responde sin dejar de mirar el paisaje oscuro y urbano que corre por la ventanilla sumergiéndose en sus pensamientos por Veintisiete o por Colón pregunta la conductora me da lo mismo por Colón es más largo pero más rápido por Veintisiete tenemos que atravesar Quinta Santa Ana vio el barrio es un laberinto si uno no conoce bien se pierde ahí adentro sí es cierto es inexplicable que en plena ciudad exista un barrio tan intrincado y caprichoso quién habrá sido el torpe que lo trazó no fue un problema de urbanismo hace muchos años Quinta Santa Ana era como cualquier otro barrio manzanas perfectamente cuadrangulares calles rectas como dogmas un auténtico tablero de ajedrez y qué pasó lo de siempre una historia de amor como la suya como la mía
La niña Anabella juega al ajedrez sola en su habitación mira pensativa el tablero las piezas amaga mover una pero inmediatamente desiste se queda mirando el tablero la niña Anabella dibuja mientras su madre cocina la niña dibuja un laberinto y sobre la mesa hay muchos otros dibujos de laberintos desparramados la niña Anabella mira el tablero con gesto desapasionado luego de unos instantes pone su dedo índice sobre el rey negro y lo tumba sale de su habitación camina por el pasillo de la casa llega hasta una puerta del living que está cerrada y la abre sigilosamente ve a su madre tirándole las cartas de tarot a una mujer el living está en penumbras sólo iluminado por velas la niña Anabella está sentada en su cama jugueteando con un mazo de cartas de tarot las mira como descubriéndolas la niña Anabella está encerrada en su habitación sufriendo en su cama tapándose los oídos con la almohada intentando apagar los gritos de sus padres discutiendo en la cocina te vas detrás de esa puta y nos abandonas no le digas puta es una gran mujer sos un cretino qué te puedo decir me enamoré
La joven Anabella ya es una hermosa señorita de unos 18 años corriendo a atender el teléfono que suena insistentemente hola soy yo bella mía mi amor quería decirte que esta noche no podré ir a visitarte porque trabajo hasta tarde se disculpa Chelo mientras desvalija la casa de un legislador junto a un par de secuaces qué lástima me había ilusionado con verte se decepciona Anabella yo también mi reina pero viste como es mi trabajo tengo horario de entrada pero no de salida dónde estás estamos haciendo un trabajito en la casa de un diputado pero no es peligroso robarle a un diputado sí pero qué pretendés que le robemos a una familia de Villa Azalais tengo códigos hago justicia social a mi modo además si me agarran me dan cien años de perdón bueno espero que salga todo bien te veo en estos días te amo yo también te amo Chelo cuelga va hasta la biblioteca de la casa y mira los libros busca entre los títulos y toma uno de ellos y lo sopesa estos imbéciles de los políticos que nos gobiernan creen que somos ignorantes que jamás repararíamos en libros qué idiotas lo abre y encuentra bastantes dólares entre las páginas es fácil de descubrir los dólares son más pesados que las páginas de un libro la joven Anabella camina por las calles del barrio con libros bajo el brazo algunas vecinas la ven pasar y susurran cosas con gestos desconfiados Anabella las mira de reojo con desdén Anabella entra a su casa apurada con lágrimas en los ojos mamá mamá Anabella pasa por distintos cuartos llamando a su madre pero no la encuentra pasa por el living y ve que la puerta está cerrada la abre sigilosamente su madre está con otra clienta tirándole las cartas de tarot cierra la puerta y cruza el pasillo hacia su habitación deja los libros y se tira en la cama con los ojos fijos en el techo pensativa molesta inquieta luego de unos instantes se levanta va hacia los libros abre uno de ellos y saca una foto de Chelo que está escondida entre las páginas mira el reverso y lee una dedicatoria y un corazón dibujado Anabella sonríe enamorada se para frente al espejo y se mira a sí misma su expresión de amor se convierte en curiosidad y luego en desagrado inmediatamente comienza a escuchar voces de distintas personas que repiten la misma palabra bruja bruja las voces comienzan a aturdirla bruja bruja Anabella comienza a llorar con desesperación su imagen en el espejo le repite la misma palabra mientras su rostro comienza a transformarse en el de una bruja cierra intensamente los ojos y se tapa los oídos en medio de alaridos y voces se escucha el ruido de una pequeña rajadura la joven Anabella abre los ojos el espejo se ha quebrado así sin siquiera tocarlo mirá lo que tengo para vos le dice Chelo a Juan mientras abre el baúl del coche cuatro cubiertas de 128 IAVA nuevitas bueno medio uso bueno esta bien uso completo cuánto veinte mil olvidate pará pará quince mil precio especial para vos diez mil estás loco sabés lo difícil que es subir un IAVA sobre cuatro ladrillos para sacarle las ruedas te doy doce mil porque sos vos ni un peso más te aprovechás de mi escasa ambición y de mis principios sobre la redistribución de las riquezas ah necesito un reloj de mujer para una piba que me estoy trabajando uno bueno de marca tengo uno que le hicimos anoche a un diputado pero está dedicado a una tal Enriqueta de parte de un tal Eusebio no creo que te sirva uh que lástima me gusta la piba y quería hacerle un regalo tengo libros por qué no le regalás un libro sos pelotudo bueno qué se yo por ahí a la chica le gusta leer la madre de Anabella mira preocupada la rajadura en el espejo luego se acerca a la joven que está asustada en su cama tarde o temprano lo ibas a descubrir somos portadoras de esto a veces es un don otras una maldición tu abuela lo heredó de tu bisabuela yo lo heredé de tu abuela vos lo heredaste de mi podemos alterar la energía y la materia brujería en otras palabras sí nos acusan de brujas la gente le teme a aquello que no puede explicar las personas odian a los diferentes y nosotras somos diferentes no quiero ser diferente mamá no quiero tener ese don o esa maldición quiero ser normal la madre abraza a Anabella consolándola jamás serás normal hija mía tendrás que aprender a convivir con eso y a manejarlo es un regalo que te dio la vida podés sanar a mucha gente o podés destruirla Anabella comienza a sentir un fuerte dolor en el pecho se contorsiona con espasmos y las lágrimas comienzan a brotar de sus ojos sus entrañas le acusan que Chelo la está engañando en ese preciso momento con Laura su amante preferencial por qué volviste le pregunta Chelo a Laura porque me llamabas a gritos con el pensamiento yo no te llamaba a gritos la piel tira por más distanciados que estemos amo a Anabella no amás a Anabella te enternece su juventud su inocencia su candor eso no es amor amor es intercambiar energías sudores fluidos y ascos eso es amor esto es amor tenés que dejarla y volver adonde pertenecés tenés que dejarla y volver a mi Laura se marcha Chelo se queda solo pensativo piensa y piensa inquieto desapacible suena el teléfono Anabella atiende hola mi amor como estás Anabella escucha la voz de Chelo e inmediatamente confluyen en su ser millares de sentimientos encontrados amor odio deseo repulsión redención venganza hastío desesperación necesito verte la voz de Anabella elude emociones esta noche voy a visitarte mi vida te extraño tanto la muchacha cuelga sin corresponderle la deferencia Chelo cuelga confundido consternado esa noche fue la más oscura del año del mundo de la vida barrio Quinta Santa Ana lucía desierto y denso Chelo llegó a casa de Anabella con flores y un anís 8 Hermanos se sentaron en el living convenientemente solos Chelo la toma de la mano ella se la retira me engañaste él está confundido y no puede contener las primeras lágrimas volvió un viejo amor y ahora no sé lo que siento me rompés el corazón no puedo hacer otra cosa que pedirte perdón perdón mil veces perdón cada día de vida que me quede te odio te odio mil veces y te odiaré cada día de vida que me quede te odio tanto que te mataría con mis propias manos te odio tanto que haría cualquier cosa para verte sufrir de repente se escuchan las sirenas de unos patrulleros que ampulosamente se detienen frente a la casa de Anabella hay murmullos y corridas se escucha un altavoz Marcelo Suárez es la policía sabemos que está adentro entréguese salga con las manos en alto Chelo se desespera se vuelve hacia Anabella ella lo mira fijamente imperturbable por favor ayudame a escapar por el techo pasan los segundos y ella lo sigue mirando imperturbable Marcelo Suárez salga y entréguese con las manos en alto repite el megáfono impaciente un agente ve a Chelo corriendo por arriba de los techos allí está inmediatamente los policías se movilizan y empiezan a perseguirlo Anabella mira por la ventana toda la batahola con gesto desapasionado aparece su madre que la abraza desde atrás lo dejaste ir acaso podía retenerlo acaso hubieras querido retenerlo sí mamá sí lo hubiera retenido conmigo para siempre sabés hija que podés hacerlo pero también sabés cuales son las alternativas si lo retenés con vos terminará preso si lo dejás ir podrá escapar quizás algún día vuelva o quizás no vuelva nunca más Anabella sale corriendo se encierra en su cuarto y se tira en la cama a llorar Chelo logra bajar de los techos y corre por las calles lo siguen por detrás una docena de policías Anabella se tranquiliza se pone de pie y mira el tablero de ajedrez que tiene sobre su escritorio Chelo corre por las calles mientras la policía lo persigue Anabella mira fijamente el tablero cierra los ojos y se concentra entra en trance las cosas los espacios y los tiempos comienzan a temblar a su alrededor la cuadrícula del tablero comienza a deformarse mientras Chelo corre perseguido por la policía se escuchan temblores y ruidos Chelo y la policía miran sorprendidos el tablero comienza a deformarse ante la mirada de Anabella mientras resuenan las palabras de su madre si lo retenés va preso si lo dejás ir tiene la oportunidad de escapar las calles del barrio comienzan a deformarse y de a poco se va convirtiendo en un laberinto ante el estupor de Chelo y los policías que no dejan de correr el tablero está totalmente convertido en un laberinto y el barrio también Anabella levanta la vista y sonríe satisfecha Chelo y los policías siguen corriendo sin vislumbrar una salida las calles del barrio se han deformado al punto de volverse irreconocibles inconcebibles inorientables un laberinto donde Chelo y los policías no dejan de correr del que Chelo jamás podrá escapar en el que Chelo jamás será atrapado
La taxista mira a su pasajera por el espejo dicen que algunas noches silenciosas todavía se pueden escuchar los pasos de Chelo corriendo y los borceguíes de los policías persiguiéndolo la taxista se estaciona y detiene el motor ambas mujeres se quedan en silencio luego de varios segundos expectantes de no escuchar nada la taxista se encoje de hombros vuelve a encender el motor del auto y continúan el viaje evidentemente esta no es una de esas noches sentencia la taxista o quizás finalmente Chelo volvió con Anabella arriesga María o tal vez escapó con Laura sí tal vez el taxi siguió avanzando por las calles de Quinta Santa Ana hasta perderse en alguna bifurcación